Six Feet Under (HBO)

Temporadas: 5

Período de emisión: 2001-2005

Valoración: casi imprescindible

Como si llevar una funeraria solo pudiera acarrear comportarse como una familia disfuncional, las cinco temporadas de Six Feet Under parecen querer demostrar continuamente justo lo contrario, más bien situarles en un ámbito de normalidad frente a la mayoría de las personas cuyos funerales organizan.

Y de eso se trata: los tres hermanos Fisher quedan huérfanos de padre en unos diez primeros minutos antológicos. Nathaniel padre, conduciendo un flamante coche nuevo adquirido para el negocio, es embestido por un autobús. La familia ha de organizarse, la reunión de Navidad ha quedado truncada por el hecho devastador. Nathaniel Jr. ha vuelto de Seattle y debe hacerse, a regañadientes, cargo del negocio. David, hijo modelo, mediano, ya se ha responsabilizado de ello y tira de las riendas, mientras se debate - 2001 - en una complicada salida del armario junto a Keith, policía y de color, fiel pareja que parece respaldarle en sus inseguridades. Claire, hija pequeña aún menor, es la típica adolescente americana de estudios secundarios, a caballo entre una personalidad inestable y una granada selección de las peores compañías posibles. Añadámosle a la madre, Ruth, a la que la pérdida de su marido aboca a una espiral de comportamientos estrafalarios,  que confiesa a todos que tiene un amante, a Rico, brillante tanato-práctico que ayuda a seguir adelante con el negocio, y a Brenda, que pasa de ser una aventura, un mero polvo ocasional de Nathaniel en el aeropuerto a un nuevo miembro, acarreando sus propios fantasmas: un hermano con problemas psicológicos y unos padres con una relación bastante peculiar,. En el fondo, nada más raro de la media. Las cinco temporadas estructuran una especie de rutina auto-conclusiva. Mientras la familia Fisher dilucida sus dudas, los cadáveres desfilan por sus instalaciones y cada uno de ellos arrastra su propia historia, que se entrevera con los avances de la relación familiar. 

Así que tenemos toda clase de muertes, desde asesinatos entre bandas hasta accidentes laborales, familiares, muertes naturales de todas las circunstancias. Y la familia Fisher los atiende y mantiene su negocio a flote a pesar de los competidores y sus propios conflictos internos.

Una serie magnífica que se sostiene en ajustadas interpretaciones y en un hábil manejo del ritmo, que se beneficia de una excelente puesta en escena heredera (como tantas) de la estética de Twin Peaks y de sus oportunos toques de humor negro, alejándola de una excesiva solemnidad y acercándola a la condición de clásico, cuestión que apuntalan los elogios a su temporada final, no desvelaré por supuesto los motivos , y a su capítulo de cierre, frecuentemente mencionado como un hito televisivo, dejadme que lleve un poco la contraria y no opine al respecto. No hay porque plantearse una expectativa respecto a ese cierre: el recorrido hasta él ya ha sido suficientemente placentero.