Chernobyl (HBO)


Temporadas: 1
Período de emisión: 2019

Si los calendarios se han estado cumpliendo de acuerdo con lo previsto, cuando leáis esta reseña las fases del desconfinamiento habrán progresado y, con las debidas precauciones y medidas que todo el mundo estará saltándose a la torera "porque nuestro carácter latino entraña tocarnos y semos muy besucones", digamos que seremos razonablemente libres de circular y llevar una existencia algo parecida a la que se llevaba el año pasado.

Eso sí: las autoridades de un estado nos han tutelado y prohibido progresivamente y permitido también progresivamente una serie de cosas porque siempre prima, y el estado en un principio lo pagamos para eso, la seguridad general y el bien común.

En una escena de Chernobyl, que es una serie y por tanto una dramatización de unos hechos, o sea una recreación donde es imposible que la posición ideológica de un guionista no resulte legible entre líneas, un funcionario informa a un mandatario de la URSS del accidente. El mandatario no pregunta por víctimas o alcance.

Pregunta "quién lo sabe".


Así que sí,  Chernobyl tiene un cierto sesgo incluso estético: todo es de un insufrible verde grisáceo o pardo, lo cual es normal teniendo en cuenta la situación y el clima y todo eso, el emplazamiento geográfico. Todo es triste y anodino desde los sobrios ropajes hasta los papeles pintados que pueblan las paredes y ello es una recreación como lo es poner a todos esos actores a hablar en inglés rodeados de rótulos en caracteres cirílicos.

Lo jodido, amigos, es que seguramente todo ha sido reproducido así porque fue así. Y la fidelidad de la serie a la realidad incluye los detalles de atrezzo propios de estas producciones, detalles de ambientación de todas meticulosidad y esa sensación de lluvia ácida constante, vestimentas, uniformes, pero nos ha ahorrado mucha truculencia que hubiera tenido, claro, algún tipo de reacción lógica, porque parece ser que morir a consecuencia de una prolongada exposición a la radiación entraña una durísima agonía. Obviamente pensar, por ejemplo, en la obra de Svetlana Aleksiévich a cuenta de los mismos incidentes, ya puede ayudarnos a hacernos a la idea, pero la serie es más bien una confirmación de ciertas teorías que marcan el accidente como el hecho inicial que marca la desaparición de la URSS, y esa exploración de los funcionamientos del flujo de información en los regímenes totalitarios es fascinante, así como las cuitas palaciegas para situarse bajo el foco o fuera del foco en función de como evoluciona la situación. Añádanse buenas interpretaciones, me imagino que un muy digno trabajo de documentación sobre los hechos, muy buena mesura de los tempos, ese ambiente de guerra fría del que ya nos íbamos olvidando, y tenemos cinco horas de entretenimiento de primer orden, de ese que no se olvida y de ese que estimula esa cosita que tanta ligereza ha contribuido a debilitar, que es el espíritu crítico.

Comentarios

  1. Que buena serie. Con ese ambiente retro y esos personajes tan sórdidos como acertados.
    Si puedo recomendar una serie os recomiend esta
    http://elchicodelaconsuelo.blogspot.com/2020/07/halt-and-catch-fire-los-40-capitulos-en.html

    Abrazuchos

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