EL CASO WANNINKHOF-CARABANTES (NETFLIX) / EL CASO WANNINKHOF (RTVE)

Período de emisión: 2021 / 2008

Temporadas: 1 (1 episodio) / 1 (2 episodios)
Valoración: recomendable / innecesario

La reseña de este mes excede en varios aspectos el patrón habitual pero creo que tanto los productos audiovisuales en cuestión como la historia que hay detrás lo justifican.

En 1999, en un pueblo de Málaga (Mijas), aparece el cadáver de una joven de 19 años desaparecida desde hacía un mes: Rocío Wanninkhof. La presión de los medios y la opinión pública condicionará una investigación marcada de antemano por la escasez de pruebas. Tras un proceso de investigación y enjuiciamiento plagado de irregularidades se condenará a 15 años de prisión a Dolores Vázquez, ex pareja sentimental de la madre de la víctima.

En 2003, en Coín (a veinticinco quilómetros de Mijas), aparece el cadáver de otra joven de 17 años: Sonia Carabantes, desaparecida hace escasos días. Una prueba de ADN vinculará al autor de los hechos directamente con el crimen de Mijas: Tony King, un criminal huido de la justicia británica instalado desde hace años en la Costa del Sol, será detenido, juzgado y finalmente condenado a 53 años de prisión.

Dolores Vázquez será puesta en libertad tras año y medio de prisión y un linchamiento mediático y social que ha destrozado totalmente su imagen pública. Jamás recibió la menor compensación moral o económica y actualmente vive en Betanzos (su pueblo natal en La Coruña) rechazando cualquier demanda de contacto por parte de los medios de comunicación.

Esos son los hechos objetivos y luego está la lectura que se puede hacer de los mismos, y precisamente en ese aspecto es en el que quiero centrar esta inusual reseña, porque esa lectura tiene mucho que ver con el momento y el lugar:

• Los años transcurridos desde los hechos hasta hoy han sido socialmente muy productivos desde el punto de vista de la visibilización de la violencia de género y de los derechos del colectivo LGTBI. Y esa perspectiva resulta vital a la hora de abordar cualquier narrativa sobre el caso.
• El lugar como tribuna que lleva implícita una sensibilidad y una perspectiva intelectual y emocional concreta; y un público.

De ahí las notables diferencias entre la miniserie producida por RTVE en 2008 y el recientemente estrenado documental producido por NETFLIX:

• Una narración guionizada, interpretada por actores y donde se cambian los nombres de los personajes (manteniendo sus iniciales), frente a un documental basado en los vídeos y las publicaciones del momento, así como en las entrevistas a varios testimonios, algunos tan inesperados y clarificadores como los de la ex mujer de Tony King y la de una mujer británica que sobrevivió a su brutal agresión antes de que éste huyera a España.
• Una atmósfera demasiado apegada al estereotipo de ficción española que impregna(ba) todas las producciones de chascarrillos y lugares comunes, enturbiando la labor de los actores, frente a la verdad de unas entrevistas y documentos audiovisuales hilvanados con inteligencia y rigor.
• El tratamiento de Dolores Vázquez, teniendo en cuenta que su personalidad es, dentro del caso, un factor deliberadamente manipulado. Por ello debe tratarse con mucha cautela para no incurrir en su revictimización. La miniserie de 2008 cae en la concreción al suplantar a Dolores mediante una interpretación en la que el personaje tiene voz propia y actúa en base a unos hechos que presuntamente ocurrieron; en mi opinión es una decisión poco acertada. La película documental, por su parte, se limita a mostrar a la verdadera Dolores Vázquez tal y como quedó recogido en los medios del momento; entiendo que se hace para no juzgarla más, para mostrar que lo que pueda sugerir (o no) su aspecto o su temperamento es una cuestión subjetiva (que dice mucho más del que observa que de la que es observada) y que nada tiene que ver con su implicación en el crimen. Tal como se demostró.
• El prisma que predomina en cada producción: por un lado, el de objetivos más miméticos y lineales, centrados en indagar en el conflicto que sufre Dolores Vázquez (con todos sus peligros, como hemos dicho antes). Por otro, el de objetivos más analíticos en relación caldo de cultivo social y periodístico del momento que empujó hacia la culpabilidad y sin pruebas a una mujer inocente por el simple hecho de ser lesbiana.

En este sentido es revelador el análisis desarrollado por Beatriz Gimeno en su libro La construcción de la lesbiana perversa, publicado en 2010 (a quien le interese, el link conduce a la reseña se ha publicado recientemente en Un Libro Al Día). En él analiza el contenido de tres periódicos punteros a escala nacional en el momento de los hechos, para acabar desgranando uno por uno todos los mecanismos para construír ese alter-ego ficticio de Dolores Vázquez hasta convertirla en la asesina perfecta de Rocío Wanninkhof.

Tanto la película documental de 2021 como el libro de Beatriz Gimeno apuntan hacia varios factores que desencadenaron una de las mayores cagadas de nuestro sistema judicial del siglo XXI:

• La flagrante falta de conocimientos sobre violencia de género por parte de organismos y cuerpos de investigación que concluyeron erróneamente que el crimen de Rocío Wanninkhof no tenía un móvil sexual. Esto les obligó a abrir otras vías alternativas de investigación por más que no fueron capaces de confirmarlas con evidencias.
• La falta de sensibilidad (y ética) por parte de los medios que viciaron innecesaria y constantemente no solo el debate público si no el debate en el interior de los juzgados. No olvidemos que el caso de Dolores Vázquez se dirimió mediante juzgado popular. También porque la presión de los medios y de la opinión pública forzaron a que la investigación ya de por sí errática y falta de rigor tomara derroteros impensables.
• Sobretodo, los lamentables prejuicios (fruto de la ignorancia y de unos mitos estructurales dentro del sistema patriarcal) hacia un sector del colectivo LGTBI como son las lesbianas. Todo lo desconocido, lo no dicho, lo silenciado sobre este colectivo se revirtió en un miedo atávico hacia esa figura abstracta de la mujer deportista, con carácter, con éxito profesional, sin hijos y sin vida sentimental conocida, entre otros.

En resumen, muy interesante para reflexionar sobre lo fácil que es caer en el prejuicio y dejarse llevar por las viejas y rancias estructuras con sus poderosas maquinarias mediáticas. Por eso El caso Wanninkhof-Carabantes, a pesar de su concisión, resulta altamente recomendable.