Friends (NBC)


Temporadas:
10

Período de emisión: 1994-2004

Valoración: inclasificable, pero tirando a mal

Está bien. Empiezo por reconocer que no hubiera pensado en reseñar Friends para este blog de no haberse producido Friends: The Reunion para HBO (¿?) con la consabida repercusión global y los recurrentes comentarios desde sobre el aspecto facial de algunos de los intérpretes hasta sobre la poca oportunidad, en general, de esta especie de postre-pasados-veinte-años que no puede sentarle bien a casi nadie.

Incluso a pesar de que su inclusión (mediando transacciones cuantiosas) en el catálogo de fondo de las plataformas de streaming sigue generando comentarios. A pesar de que el merchandising funciona y de que las redes están llenas de memes y gifs de forma recurrente, signo inequívoco de su influencia global y de cierta vigencia atemporal (o, vaaamos, clásica), a la serie le ha sentado fatal el paso del tiempo. Y por mucho pellizco que pueda darle en el estómago, o donde sea, a quien regresa a su visionado más de 20 años tras su emisión, la decepción es inevitable. Aunque haya creado escuela y prácticamente no haya sit-com que no tome algo prestado de ella, Friends hoy día solo tiene sentido como apelación a la nostalgia, una nostalgia absolutamente boomer (las edades actuales de los actores encajan a la perfección) que puede, por un corto lapso de tiempo, enmascarar sus clichés, que se apilan, y ahora se nota de forma irremisiblemente cruel: actores sobreactuados (prácticamente incapaces de llevar carreras más allá de la serie, solo Jennifer Aniston ha mantenido una cierta regularidad pero su ostensible encasillamiento la lastra con toda crueldad), risas enlatadas, situaciones forzadas y previsibles, tramas inverosímiles, y ya no entremos en cuestiones de más calado, como la absoluta orientación WASP de sus guiones y situaciones, su blancura y castidad (impropias de gente de esas edades y esos innegables atractivos físicos), su creación de un mundo irreal donde todo es leve e indoloro...

Y ahora, donde hay más series donde elegir y uno puede optar por la crudeza y evitar el enmascaramiento, sus situaciones, incluso sus cameos, su permanente aire de tensión sexual no resuelta (otra lacra que tizna la producción audiovisual) nos parecen impropios de un producto narrativamente impecable, y ver sus capítulos representa más una evocación (como las bandas de tributo, como las reuniones de compañeros de clase) o incluso un show semanal, un espectáculo televisivo, que una asistencia al desarrollo de una historia que perviva por encima de chistes fáciles y chascarrillos.

Comentarios

  1. Te equivocas en que los demás actores no han hecho carrera posterior: Matt Le Blanc es o ha sido presentador de Top Gear y el como se llame que hacía de Ross interpretó al padre de las Kardashian en una miniserie sobre el caso O. J. Simpson. Ya me dirás si eso no es triunfar.

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