Lo que hacemos en las sombras (FX)

Temporadas: 2 (hasta ahora)
Periodo de emisión: 2019-20
Valoración: te partes el cu... digooo muy recomendable

El mundo vampírico siempre ha dado mucho juego para la parodia y el humor, en general (más bien negro, también por lo general); en el cine, sin ir más lejos, y sin necesidad de acordarse de las películas del Condemor, por favor, tenemos los divertidos ejemplos de El baile de los vampiros (1987), de Roman Polanski o Un vampiro suelto en Brooklyn (1995) del siempre añorado Wes Craven. O la peli del mismo título que dio origen a esta descacharrante serie: Lo que hacemos en las sombras (2014), del neozelandés Taika Waikiki, y que, en este caso, traslada la acción de Wellington a Staten Island, el distrito menos glamouroso de Nueva York (si hemos de fiarnos de series y pelis, al menos). Allí vive... perdón, residen tres vampiros europeos enviados en pleno siglo XIX para conquistar el nuevo mundo, pero que se han acomodado a la molicie de la vida suburbana: Nandor el Implacable, Laszlo y su esposa Nadja. Con ellos, el "familiar" o sirviente de Nandor (los de Laszlo y Nadja duran poco tiempo vivos): Guillermo, que lleva diez años sirviendo a Nandor con la esperanza de que le convierta en vampiro, su ilusión, desde que vio en Entrevista con el vampiro a Antonio Banderas, y se dio cuenta de que podía ser uno de ellos siendo hispano... Él es quien se encarga de las vicisitudes de la vida cotidiana, deshacerse de los cadáveres y de proporcionar a su amo humanos vírgenes, de vez en cuando (para ello, se ha apuntado a un grupo de juego de rol). Pero además de Guillermo, otro humano vive en la casa: Colin Robinson, "vampiro energético" que chupa las energías de sus interlocutores, incluso siendo éstos vampiros "tradicionales", a base de aburrirles con su cháchara insulsa. Su principal  territorio de caza, sin embargo, es la oficina donde trabaja... El equilibrio cotidiano, doméstico -un tanto cutre- en el que vive... perdón, vive, no: se desenvuelve esta peculiar "familia" se ve alterado un día cuando reciben la visita del Barón Arfanas, el vampiro jefe - horripilante pero sexy, al parecer- que les envió al Nuevo Mundo, para comprobar in situ sus progresos en la dominación del mismo. A partir de ese momento, los desastres en los que estos vampiros parecen meterse sin demasiada ayuda se sucederán uno tras otro, quedando además constancia de ello en el documental sobre su vida...no, otra vez, vida nooo...eeeh ¿transcurrir diario? que está rodando un equipo de televisión (la serie, en efecto, al igual que la película que le da origen, está articulada a modo de mockumentary).

No voy a contar más sobre esta divertidísima serie, puesto que lo mejor es verla y disfrutar de ella cual chupasangres en un internado de señoritas; simplemente diré que no deja en pie ninguno de los tópicos y mitomanías de los vampiros, ya se trate de los iconos más antiguos (Drácula, Nosferatu) o sus encarnaciones más recientes: así, encontramos desde la rivalidad con los licántropos de la saga Crepúsculo (ugh) o Underworld a las discotecas vampíricas de Blade... Todo bañado de un sentido del humor tierno y cruelmente sanguinario a la vez, pues una cosa no quita a la otra. ¿Que qué es lo que hacemos en las sombras? Pues vosotros no sé, pero yo partirme de risa... (y está confirmada al menos una temporada más de la serie, así que, a saborear hasta la última gota, se ha dicho...)