The shield (FX Networks)

Período de emisión: 2002-2008
Temporadas: 7 (88 episodios)
Valoración: muy recomendable

Esta es una de esas series que envejecen bien en todos los sentidos y que si en lugar de estrenarse en 2002 se hubiera estrenado recientemente (en pleno boom de series y plataformas) todo el mundo estaría hablando de ella. 

The Shield transcurre en un distrito de Los Ángeles con una elevada tasa de delincuencia. La comisaría de Policía ocupa una antigua iglesia reconvertida a la que todo el mundo se refiere como The barn (la cuadra). Y en La cuadra hay una división especial —el Equipo de Asalto— formado para combatir las numerosas bandas de delincuentes que operan en el distrito. 

La gran baza de The shield es aquello por lo que, efectivamente, se titula The shield (el escudo): una metáfora sobre la compenetración y lealtad mutua entre los cuatro componentes de este Equipo de Asalto, cuyo modus operandi incluye la violencia, el robo, la extorsión e incluso el asesinato. A lo largo de las siete temporadas, esa unidad aparentemente inquebrantable se verá puesta a prueba por criminales, superiores, compañeros, conflictos personales, etc. Pero serán los conflictos morales los únicos que puedan abrir brecha en el escudo. 

El Equipo de Asalto está liderado por el detective Vick Mackey, listo como un zorro, carismático a tope y también bastante alfa. Es un líder que encarna perfectamente el estereotipo de Robin Hood, solo que en plan mal: roba a los malos para quedárselo él y su equipo, pero eso no deja de ser un detalle sin importancia, ¿por qué? porque nos encanta. Efectivamente y desde el primer capítulo, el espectador se convierte en cómplice de esta insólita «familia» de detectives corruptos, hasta el punto de engullir literalmente los ochenta y ocho episodios cruzando los dedos para que no les pillen. 

Uno de los aspectos que mejor se maneja en esta serie y cuya factura no he encontrado en ninguna otra es la manera tan efectiva en la que se planifica y combina la trama a corto, medio y largo plazo: 

• A corto plazo, los casos y subtramas menores —pero entretenidos y bien construidos— que dan contenido al día a día en La cuadra. 
• A medio plazo, tramas de mayor calado que implican a los diferentes jefes de policía que van sucediéndose al frente de la comisaría y cómo cada uno afronta la delicada cuestión del Equipo de Asalto. También tramas que tratan algunos criminales o grupos organizados de peso. 
• A largo plazo, la evolución de los personajes principales y sus vidas personales y, sobretodo, el arco dramático de ese escudo que es el protagonista omnipresente. 

El resultado es un ritmo y una acción imparable, así como un espectro amplísimo de puntos de vista, personajes, conflictos, etc. 

Los personajes están muy bien definidos. El guión, en este sentido, también es muy efectivo y no hay ningún momento de relleno, vamos conociendo a los personajes a partir de sus interaccionan y sus andanzas. Cabe destacar en este punto la amistad entre Vick y Shane (el segundo de a bordo), piedra angular del equipo que será también su talón de Aquiles. 

Otra cosa a valorar en The Shield es que no cae en momentos «oooh», es decir, ni sensiblerías fáciles ni romanticismos ni edulcorantes de ningún tipo. Cuando hay que destensar la acción, se destensa con elementos verosímiles ya integrados y que participan del código. No es una serie explícitamente violenta pero sí refleja muy bien la brutalidad, la podredumbre, las diferencias y el mestizaje propios de los rincones menos glamurosos de Los Ángeles. En este sentido, y habiendo visto Bosch recientemente —otra gran serie—, me ha parecido que coincidían bastante en ese retrato. 

En resumen, The Shield es todo un ejemplo de entretenimiento de calidad de largo recorrido y con un final que no era fácil de resolver y, sin embargo, en mi opinión es un grandísimo ejercicio de cierre.